Dos Conferencias, Idéntica Conclusión

Ha habido en este mes de marzo pasado dos conferencias en el Colegio Mayor que me han llamado la atención. Y eso que el nivel de los conferencias de este año ha sido excelente. D. Irakli Kurashivili, ministro de la embajada de Georgia, nos habló de la realidad de su país. D. Jesús Núñez habló con una gran autoridad del conflicto árabe-israelí. D. Lior Haiat, portavoz de la embajada israelí nos habló de Israel y de su conflicto permanente. D. José María Luengo, catedrático, puso en relación de una manera muy interesante su sabiduría como biólogo con la realidad social. D. Carlos Lasarte, experto civilista, habló de la evolución del derecho matrimonial en nuestro país. D. Juan Velarde, economista de talla, planteó las perspectivas futuras del mercado laboral. Y D. Francisco Javier Mula, profesor de la Universidad Francisco de Vitoria, habló del compromiso del universitario.

Todas han sido interesantísimas. Pero lo que me ha llamado la atención es que las dos últimas conferencias terminaron con una conclusión muy parecida: llamado a los colegiales, a los universitarios de hoy al compromiso por una sociedad mejor y más humana.

D. Juan Velarde fue exponiendo los problemas que tiene la economía española. Son problemas que vienen de antes de la crisis. Son problemas que no tienen fácil solución. Y que van a afectar al futuro de todos los españoles pero, sobre todo, de los jóvenes de hoy. No lo van a tener fácil. No van a disfrutar, casi seguro, del mismo nivel de vida del que hoy disfrutan sus padres. Ni siquiera les será fácil seguir viviendo como viven hoy (quizá por eso ya ha habido un miembro de gobierno actual que ha llamado a una contención salarial en los próximos “lustros”). Terminó diciendo que esa era la situación pero que se podía cambiar. Y que el cambio debía venir de la actitud y el compromiso de los jóvenes de hoy. Hay que ponerse a trabajar y comprometerse con una realidad que no es especialmente favorable para hacerla mejor para todos.

D. Francisco Javier Mula habló en el marco de la semana solidaria. Y habló precisamente del compromiso de los universitarios para hacer una sociedad más justa, más tolerante, más igualitaria y con menos excluidos. El mundo no se puede terminar para el universitario en preparar los exámenes ni en pasar un fin de semana divertido. La Universidad debe ser el caldo de cultivo de una nueva manera de construir la sociedad. En este caso, la llamada al compromiso fue directa y constante.

Hoy no se lleva mucho eso del compromiso. Ni político ni social ni de ningún tipo. Hoy todo parece ser “light” y basta con disfrutar a tope del presente. Pero la realidad es que esta sociedad depende de nosotros, depende y mucho de los colegiales actuales. Pensar ese compromiso y comprometerse por la justicia no es una pérdida de tiempo sino parte fundamental de la vida del universitario. Y, por supuesto, también del proyecto educativo del Colegio.