El mes de enero en el Mayor es diferente. Comienza con los abrazos del reencuentro después de las vacaciones navideñas, el relato de lo vivido cada uno en su lugar de origen y los temores compartidos ante los exámenes que gran parte de los colegiales deben afrontar. Porque estamos en tiempo de exámenes y toca trabajar. El cielo gris y el frío en este sentido vienen bien, ayudan a retirarse junto a los propios apuntes que no dejan de estar ahí, a la vista, encima de la mesa. No dicen nada, pero su presencia es como un clamor repetido: “…toca un esfuerzo extra,…está en juego mi futuro, el éxito en la carrera elegida, mi satisfacción personal y la de mi familia”.
El colegial tiene ante sí la posibilidad de escuchar esa voz silenciosa y dedicarse a estudiar, o hacerse el sordo y ponerse los cascos para oír otras músicas, o acompañar a quienes ya acabaron los exámenes. Todo es posible, y las tentaciones son muchas, aunque reine un ambiente de estudio bastante notable. Al final, la decisión será personal, la voluntad se ha de poner a prueba porque siempre hay algo que hacer, siempre hay algún compañero con el que pasar el tiempo. Siempre se pueden dejar los apuntes para un poco más tarde.
Ahora es el tiempo de demostrar lo que en otros momentos del año son meras palabras: “…que soy responsable, que se organizarme el tiempo, que ya no me hace falta que me vigilen ni controlen…”. Ahora llegan los exámenes y, aunque no gusten, no dejan de ser el método para valorar el trabajo del colegial. Pero también volverán a pasar estos exámenes, esperemos que con notable éxito, y volverá a salir el sol, y volverán las oportunidades para hacer otras muchas
Entonces, enero se convierte en un mes adecuado para la reflexión y para algunas preguntas. Cuando se ha estrenado un año siempre se pueden hacer muchos y buenos propósitos: “… ¿cómo será lo que queda de curso?, … ¿qué es lo que más deseo?, …¿ y lo que necesito?, …¿a qué voy a dedicar mi tiempo más precioso e importante?, …¿viviré de forma rutinaria o aprenderé a vivir con espíritu más creativo?, …¿seguiré alejándome un poco más de Dios o empezaré a buscarlo con más confianza y sinceridad?, …¿viviré también este año preocupado sólo por mi bienestar o sabré preocuparme alguna vez de hacer felices a mis compañeros?, …¿a quién me acercaré más?, …¿sembraré a mi alrededor alegría o contagiaré desaliento y pesimismo?, …¿seguiré mirando con frialdad a los que vienen hasta nosotros buscando trabajo y
Un año nuevo, un mes diferente para encerrarse con los apuntes y para hacerte algunas preguntas, porque siempre es buen momento para los buenos propósitos.
Suerte para los exámenes y éxitos para los que ya rindieron cuentas.