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Al inaugurar el curso

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La experiencia de vida sobre su paso por el colegio a lo largo de 7 años de D. Jose Pedro García –“Jaime del Amo 1982-1989: estudio, convivencia y participación”- nos recuerda algo importante: cada uno es responsable de su vida. Podemos ver la vida como un conjunto de dificultades insuperables o podemos ver la vida como un manojo de oportunidades que están esperando a que nos lancemos al ruedo sin miedo y con confianza. El Colegio Mayor es como un trampolín que debe facilitar que el salto sea lo más grande posible. Da miedo pero es la única posibilidad de vivir una vida que valga la pena.

En una carta escrita en 1645, Descartes se pregunta si es más importante ser feliz que conocer la verdad. Al final, el filósofo francés llega a la conclusión de que sólo se puede llegar a la felicidad a través del conocimiento y ello comporta siempre el precio de un cierto sufrimiento. En consecuencia y desconfiado de la engañosa apariencia de los sentidos toma la decisión de abandonar el círculo de colegas libertinos que frecuentaba en París para estudiar filosofía en Holanda en un lugar desconocido. Ser universitario es experimentar en dosis cambiantes algo de esto: el esfuerzo y sufrimiento por el conocimiento de la verdad, la aventura de una libertad creciente y la conquista de una felicidad siempre cercana y siempre en fuga.

Un año nuevo es una oportunidad para conocer verdades que acompañen toda la vida y aprender lo que es verdaderamente valioso, lo que vale la pena llevar en la maleta para el largo camino de la vida. Sugiero a todos los colegiales cargar en la propia maleta no sólo los apuntes y manuales exigidos en la universidad, ni sólo los inolvidables recuerdos de todos aquellos momentos compartidos con amigos y amigas, ni sólo los trofeos conquistados defendiendo los colores del Jaime, sino también una conciencia más lúcida de la propia dignidad como personas y de la de aquellos con los que os cruzáis cada día, una generosidad y solidaridad más grande que crea en una justicia igual para todos de modo que nadie quede excluido ni marginado. Ni en el Colegio ni en la vida. Honestidad, rectitud, responsabilidad, respeto, tolerancia, actitud de servicio no son sólo grandes palabras. Han de hacerse vida en el día a día del Colegio. Esa es la oportunidad que este Colegio Mayor intenta ofrecer cada año a los colegiales que residen en él. Este es el compromiso que hoy nos hacemos al inaugurar el curso.

“Nada de lo humano me es ajeno”, escribió el romano Terencio y es verdad; si miramos bien dentro de nosotros ahí está todo: lo sublime y lo mezquino, la capacidad para acabar convertido en un ángel o en un verdugo. Y dentro de ese casi infinito abanico de posibilidades uno escoge. podéis dejaros llevar por vuestros peores instintos, por las emociones más primarias o levantar la cabeza y aplicar la razón, intentar ser mejores de lo que aún sois. Hay que elegir: apuntarse a una, dos, tres actividades o quedarse encerrado en las ocupaciones de la propia carrera; jugar en la sala o salir un fin de semana con mi pequeño círculo de amigos o intentar conocer a otros que me enriquezcan y me hagan ver el mundo de otro modo; participar en un voluntariado o no; vivir y expresar mi fe junto a mis compañeros asistiendo a misa un día especial como es el de de la inauguración del curso, ahora que ni mi padre ni mi abuela están detrás, o dejarlo pasar porque al fin y al cabo nada cambia.

Concluyo con dos citas . La primera ya de una cierta solera; la segunda recentísima. “Para ser un buen científico, decía Einstein, dedica un cuarto de hora al día a pensar todo lo contrario de lo que piensan tus amigos”. Donde él dice científico, podemos decir también ciudadano, colegial. Dicho de otro modo: Para ser un buen colegial… convive, haz amigos, pero también atrévete a ser tú mismo, a aportar tu granito de arena, a enriquecernos con lo más valioso de ti. La segunda cita se hacía pública la pasada semana en un libro titulado “La vida es un regalo” de María de Villota. Dice así: “Un día te das cuenta de que vivías dormido, pasabas a ciegas y sentías a medias”. Que nadie pase de puntillas o medio a ciegas por este curso sin sentir a tope. Animo y buen curso a todos.
P. Teodoro Bahillo Ruiz cmf

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