Las oportunidades perdidas
La posibilidad de vivir algunos de vuestros años de universidad en un Colegio Mayor es una gran oportunidad, una suerte que no todo el mundo tiene. Supone, de entrada ya, vivir en una convivencia enriquecedora por la diversidad de orígenes, de estudios, de culturas. Pero es que además, en el Colegio Mayor se ofrecen una serie de actividades que también ayudan a superar algunas de las dificultades que se encuentran en el camino.
A los colegiales de primer año se les brinda particularmente la posibilidad de hacer frente a esa sensación de “sentirse perdidos” que una nueva vida académica provoca. Se experimenta esta sensación, sobre todo, al comienzo del curso, pero retorna al concluir el primer cuatrimestre y comprobar a través de las calificaciones que se ha perdido el rumbo.
Perderse en Madrid en uno u otro sentido sucede, lo importante es encontrar el camino de nuevo y para ello nada como preguntar una y otra vez y escuchar a quien ya recorrió ese camino. Algunos colegiales de primero todavía se sienten “perdidos”, no saben por dónde les da el aire en cuanto a la exigencia con sus estudios y así han acabado confesándolo en las entrevistas de estas semanas con los subdirectores, ante las calificaciones obtenidas. Pero no se atreven a preguntar a quien les puede orientar. Siguen adelante sin saber si van o no por el buen camino mientras que siguen recibiendo presiones y llamadas de sus padres, de los amigos, de la dirección, de los profesores. Entre tantas voces no saben distinguir cuáles son las “buenas”, las que vale la pena escuchar.
Por eso, no deja de sorprenderme el fracaso de una actividad que se propuso ayer desde la Comisión de Estudios. Colegiales de los últimos años de ingeniería se ofrecían a orientar a los colegiales de primero de cara al segundo semestre para afrontar del mejor modo la segunda etapa del curso (libros, profesores, metodología, gestión…). Agradezco a quien promovió esta actividad porque la dirección valora por encima de otras este tipo de actividades y no dejo de preguntarme cómo no pudo despertar el interés de ningún colegial. Para un buen número de colegiales de primero fue sin duda una oportunidad perdida.
Desgraciadamente sucede que a veces los colegiales pasan por el Colegio pero el Colegio no pasa por ellos. Lo siento por ellos. Porque las oportunidades que se desaprovechan no vuelven nunca y ante la elección de escuchar a Paco Jémez al lado del colegio o dedicar 45 minutos a escuchar la experiencia de compañeros que están acabando lo mismo que ellos estudian, algunos colegiales no supieron elegir. Habrá otras oportunidades pero no las que se han dejado de lado y un colegio mayor brinda. Por mi parte, sigo esperando que esto les suceda a los menos. Y que los más, tengan claro que ésta es su oportunidad. Y que es de necios desaprovecharla.
P. Teodoro Bahillo Ruiz cmf