La geopolítica de la vida

El jueves pasado ha venido al Colegio el profesor D. Juan Llamas Borrajo, catedrático de Geoquímica, Análisis Instrumental y Química Ambiental, de la ETSI de Minas de la Universidad Polítécnica de Madrid. Habló sobre “Geopolítica y futuro del Petróleo”. Quedó claro que el hecho del petróleo ser un recurso escaso dará lugar a futuros conflictos en cuanto que los diversos países tratarán de asegurarse el suministro de ese bien tan preciado para su desarrollo y bienestar.

Se me ocurre a mí pensar que estos años de universidad, y sobre todo los primeros, son claves para que el joven entienda bien lo que es la geopolítica de la vida y cómo situarse en medio de esa realidad que veces parece una jungla llena de trampas inesperada, de dificultades y retos, pero también de paisajes únicos por su belleza y de experiencias de plenitud y de gozo.

Los años que se pasan en la universidad no son sólo tiempo para la asimilación de los contenidos y métodos necesarios para el desarrollo correcto de una profesión. Hay algo que es mucho más importante. Se trata de aprender precisamente esa “geopolítica de la vida”. Se trata de responder a las preguntas básicas: ¿Qué es lo que quiero hacer con mi vida? ¿Voy a vivir promoviendo la solidaridad, la justicia, la cooperación o me decido por mirar exclusivamente por mi interés a corto plazo dejando a los demás de lado? ¿Va a ser el objetivo de mi vida tener un buen trabajo y ganar mucho dinero, cueste lo que cueste, o me intereso más por unas relaciones humanas profundas basadas en el amor y la justicia?

No son preguntas sin sentido. Son precisamente las preguntas con más sentido a las que se puede enfrentar cualquier persona y, por ende, cualquier joven que esté comenzando a dar sus primeros pasos en la vida adulta. Aprobar, incluso con nota, las asignaturas de la carrera no es suficiente. Tampoco al marino le basta con saber usar las velas y el timón. Ni siquiera con saber leer la brújula y las estrellas. Todo eso no son más que instrumentos que ayudan a marcar el rumbo y hacer que la barca se dirija a algún lugar. La cuestión es: ¿a dónde quiere ir el marino? ¿A dónde quiere llevar su barca? Ni la brújula ni las estrellas ni el timón marcan cuál debe ser el puerto de arribada. Eso es responsabilidad del marino. Y, en nuestro caso, del colegial.

Conocer la geopolítica de la vida es tener claro cuál es el destino, qué tipo de vida se quiere vivir, qué estilo de relación con los demás, cómo situarse frente a la justicia y la dignidad de la persona humana, cómo compartir los propios recursos con los que han tenido menos suerte en la vida, cómo promover una sociedad más justa y fraterna. Esas son las cuestiones clave a las que el joven universitario tiene que responder. Más importantes que cualquiera de los exámenes de la carrera

Y lo hace. Siempre lo hace. Aunque ni él mismo se de cuenta. Se ve en cómo se va situando en el Colegio, en los amigos, en las relaciones, en todo lo que hace. Para bien o para mal. Por eso es tan importante aprender bien y ser consciente de la geopolítica de la vida.

P. Fernando Torres Pérez cmf