Aliento, esperanza, tristeza y desánimo, desahogo, alegría, y nuevamente, como toda la noche, el incesante aliento de los colegiales del Jaime. Sí, fue un cóctel explosivo el partido del "Jaime A" contra el "San Pablo", porque se comenzó muy bien, jugando a ser ordenados, a no dejar muchos espacios ni dejar que se creciera un rival que apriori se conocía por sus buenas dotes futbolísticas.
El equipo mostraba una solidez que ni siquiera había tenido en su victoria anterior, aquel gran derbi contra mis queridos "Mártires" (el otro equipo del Jaime), y hasta se empezó ganando, pero el fútbol puede ser cambiante y lo que comenzó con un 1 a 0 a favor, se transformó en el segundo tiempo en un 1 a 3 para la visita.
Estaba en juego ese partido y la propia vuelta, porque si caían más goles, poco se iba a poder hacer cuando visitáramos el San Pablo. Pero en el peor momento, cuando ni siquiera pedimos tiempo muerto para enfriar a los "Paulinos", que subían y remataban como aviones, cuando nuestros jugadores en cancha estaban casi fundidos porque no tenían más aire ..., llegó el gol del Jaime, y explosión de la afición.
Ese gol no nos daba ni la victoria ni el empate, era solo el 2 a 3, ni siquiera fue bonito, simplemente un doble penalty, pero significó el volver a creer en sí mismos, el levantarse para buscar el empate, la bocanada de aire extra para nuestros jugadores y el grito del alma para los que alentaban desde afuera, casi diría que fue más importante que el propio empate.
El tercer gol no tadó en llegar porque ahora los hundidos fueron los del San Pablo, y en una buena combinación de nuestros "players" se concretó el empate. Al final fue un 3 a 3 de local pero con sabor a victoria y ante un muy respetable San Pablo. Partidazo en el Jaime y con las dos aficiones aplaudiendo a todos los jugadores. Fútbol de calidad. La próxima vez tendremos que cobrar entrada.
Agradecemos las fotos al Subdirector David y al colegial Agustín Fernández- Vigo Arias