Los colegiales más observadores habrán podido comprobar a su vuelta de vacaciones que el mural del comedor luce en estos días unos colores más vivos y renovados. El padre Maximino Cerezo Barredo, claretiano y autor del mural original, ha tenido la delicadeza de restaurar la obra que realizó hace más de cuarenta años. Muchas gracias por su colaboración y por hacer de nuestro comedor, una vez más, no solo un lugar para compartir la comida, sino las vivencias y tertulias diarias.